DEPENDENCIA EMOCIONAL Y AUTOESTIMA

Dependencia Emocional
Debemos sentir la misma libertad para salir de una relación de pareja, que la que sentimos para entrar en ella.
La dependencia emocional es una de las fuentes de malestar dentro de la pareja. Uno de los momentos en los que se suele manifestar es cuando ya no estoy a gusto en mi relación de pareja pero (creo que) no soy capaz de poner fin a la relación.
Otras situaciones en las que se manifiesta son las siguientes
- Mi pareja me comunica o me doy cuenta de que ya no tiene sentimientos suficientes hacia mí, como para mantener la pareja
- Siento que la relación es un freno para mi crecimiento personal
- Se dan conductas de falta de respeto
Si en estas situaciones, me doy cuenta de que estaría mejor fuera de la relación de pareja, pero me veo incapaz de dar el paso, existe dependencia emocional.
Estar con mi pareja debe ser una elección, no una “necesidad”. Si en el fondo quieres abandonar la relación, pero tienes la sensación de que lo/la necesitas y de que sin él/ella, tu vida va a ser peor, entonces estamos hablando de dependencia emocional.
¿Puedo dejar de ser dependiente emocionalmente?
Un psicólogo/a experimentado puede ayudarte a:
- Ser consciente de qué forma se manifiesta la dependencia emocional en tu caso. Qué pensamientos, sentimientos y formas de actuar te mantienen atado/a a la relación de pareja.
- Aprender estrategias que me permitan tener una visión diferente de mí mismo/a, de la pareja y de la vida sin pareja, de modo que me permitan tomar una decisión acertada, si fuera este el caso.
El trabajo de la dependencia emocional en terapia no va necesariamente encaminado a abandonar la relación de pareja. La terapia puede ir encaminada a alcanzar un grado de independencia emocional dentro del contexto de la relación.
¿Qué es la Autoestima?
La autoestima es la valoración que cada individuo hace de sí mismo. Se desarrolla en la infancia y la adolescencia, y recibe una influencia directa de la educación recibida en el entorno familiar y escolar, así como de determinados rasgos de personalidad.
Las personas con baja autoestima suelen haberse criado en entornos familiares y/o educativos exigentes y en el que han recibido mensajes negativos respecto a sus capacidades o forma de ser y expresarse. Se le colocan etiquetas como “torpe”, “chillona”, “vago”, que se interiorizan y permanecen en la edad adulta.
¿Cuáles son las características de una persona con baja autoestima?
- Dificultad para identificar sus logros y talentos
- Busca la aprobación de los demás
- Se compara con otros
- Se muestra complaciente, le cuesta decir no
- Sensación de inseguridad personal
- No le gusta los cambios y huye de los retos porque piensa que no es capaz de llevarlos a cabo
- Le resulta difícil interactuar con personas que no conoce
- Malestar emocional, síntomas depresivos
- Miedos
¿Se puede mejorar la autoestima?
La respuesta es sí. Nuestro desarrollo como persona continúa a lo largo de toda vida y disponer de una autoestima sana nos va a permitir sentirnos mejor y afrontar retos con más seguridad.
Al ser la autoestima una valoración fruto de un aprendizaje, se puede trabajar y dirigirla hacia:
- Un mejor conocimiento y reconocimiento de habilidades, cualidades y logros
- Expresar libremente sentimientos y opiniones
- Sentirse bien consigo mismo
- No temer los cambios, ver en ellos una oportunidad
- Saber poner límites y decir no
- Interactuar con otras personas de forma espontánea